sábado, 10 de noviembre de 2007

De ahí, existe la necesidad de educadores, artistas, padres, activistas, y otros para no sólo defender las esferas democráticas existentes sino tambié

De ahí, existe la necesidad de educadores, artistas, padres, activistas, y otros para no sólo defender las esferas democráticas existentes sino también desarrollar alternativas donde el lenguaje y la práctica de la comunidad democrática, valores públicos, compromiso civil, y justicia social puedan ser pensadas, aprendidas y experimentadas. Por ejemplo, la educación pública y la superior pueden ser dos de los pocos sitios que quedan donde los valores públicos pueden ser aprendidos y experimentados, y ambos deben ser defendidos vigorosamente. Al mismo tiempo, la democracia debe ser sostenida y alimentada a través de una amplio rango de sitios coincidentes – desde películas, televisión, y desde internet a la radio- que se enlazan en diversas formas de pedagogía pública – estos es, prácticas organizadas donde la producción de ideas, valores, y conocimiento son una característica y resultado centrales. Las políticas culturales están vivas y saludables en los Estados Unidos.

Ddesafortunadamente, estas políticas son controladas por la derecha e ignoradas profusamente por progresistas de variadas ideologías. Mientras puede ser verdad, como apunta el columnista de New York Times, Frank Rich, que la policía moral tenga mucho menos apoyo entre el "populacho" norteamericano que Ralph Reed, Jerry Falwell, Pat Robinson, y los medios de comunicación dominantes de lo que nosotros creemos; el problema que Rich pasa por alto es que esta minoridad ejercita un enorme influencia en conformar políticas y es ahí donde reside el peligro –no en su número sino en su influencia- (13). El autoritarismo toma muchas formas y esla más reciente expresión que parece estar ganando terreno a través de la cruzada de fuerza implacable de valores morales en casa y en el exterior.

No es necesario decir, que la política cultural está viva y saludable en Estados Unidos, pero también, que debe ser reiventada para servir a la democracia en lugar de asesinarla. Lo que se pone en juego es el desafío de repensar el sentido de la política para el siglo XXI. Este desafío no puede ser dejado en manos de los fanáticos de "Mi Dios es mejor que el tuyo", que desconocen los valores democráticos en pos de una política de "Cuernos y Aureolas".



Henry Giroux

henry.giroux[arroba]gmail.com

Translated by: Pablo Aiello

No hay comentarios: